Encomiéndate todas las mañanas a un Poder Superior y ponte en sus manos. Hazlo también durante el día. Dale las gracias cada noche por las veinticuatro horas de sobriedad que te ha concedido.
Cada vez que tengas deseos de darte un trago visual o mental, en vez de regodearte en la imagen o ceder ante el impulso, pídele ayuda a ese Poder Superior. Cuanto antes, mejor. No dejes que la imagen se aloje en tu cerebro porque lo más probable es que ya sea demasiado tarde. Si ese deseo—tentación—no se va, llama a un miembro por teléfono y cuéntale qué te pasa. Te entenderá perfectamente, puesto que todos pasamos por lo mismo. Identifica tus detonantes o disparadores y evítalos. Recuerda que la lujuria es más fuerte que nosotros. Haz de la sobriedad tu objetivo prioritario. Es lo más importante. *Si perdemos la sobriedad, perdemos todo; ya que sin sobriedad no podemos ser útiles a nuestra familia, amigos, compañeros, etc.* Frecuenta el trato con los miembros sobrios. Pregúntales qué hacen. La sobriedad es la consecuencia de una actitud y de unas conductas determinadas. Las recaídas no suceden por casualidad. Son consecuencia de un proceso previo. *Si recaes, examina qué herramientas del programa no estás aplicando, qué principio del programa te resistes a incorporar a tu vida,* y piensa que quizá tus ideas no funcionan todo lo bien que creías. Acude regularmente a las reuniones. Cuantas más mejor. Céntrate en lo que tienes en común con los demás y no en lo que te diferencia. Busca reuniones que te ofrezcan lo que buscas: la sobriedad, la recuperación emocional y el bienestar espiritual. Donde se practiquen los pasos y las tradiciones. Vive en la solución y no en el problema. Recuerda que has venido al programa a recuperarte. Pídele a un miembro que lleve cierto tiempo abstinente a nivel físico y emocional que te apadrine. Llámale a él y a otros miembros por teléfono a menudo. Créate una red de llamadas telefónicas. Consigue los libros “Sexólicos Anónimos”, “los doce pasos y las doce tradiciones de AA” y el libro “Alcohólicos Anónimos”. Léete el primer paso en los dos primeros y los tres primeros capítulos del último.